La justicia de Rosario autorizó a un hombre de 35 años a cambiar su apellido por el materno, luego de comprobar los malos tratos que recibió por parte del padre desde la niñez. "El motivo tratado resulta suficiente para obtener un cambio en el nombre como se pretende, por encuadrar la situación en los justos motivos", sostuvo la jueza Mónica Klebcar.